miércoles, 7 de diciembre de 2011

IX

Una nueva entrada, después de tanto tiempo. Este es uno de mis poemas más sinceros, desgarrados, realistas y actuales. Y sobre para quién van estas palabras, tú ya lo sabes :3

Dichoso aquel
Dichoso aquel
que no conoce el poder
de los besos de la amada
cuándo existe la distancia.

Que no habla cada noche
a un teléfono atorado
Que no acaricia el cable
soñando con sus manos.

La distancia es un cuchillo
que se clava en las entrañas.
Se retuerce por momentos
cuándo ella es tan lejana.

Dichoso aquel
que cada día la pudiese ver.
Que no cuente los minutos
para volver a acariciarla.

Cuatrocientos diez kilómetros,
los he contado uno a uno.
Cada día se hace eterno
hasta que vuelvo a recorrerlos.

Sois dichosos en vuestra ignorancia,
y pese a todo no os envidio.
No conocéis su voz susurrada,
ni su piel hecha de armiño.

El rubor de sus mejillas,
el calor de su mirada.
La perfección de sus pupilas,
el romance que no acaba.

Así que quedaos con vuestra dicha,
que yo estoy enamorado.
Y cada uno que elija,
a mi sus labios me atraparon.

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