jueves, 1 de diciembre de 2011

VIII

Lo admito, he estado varios días sin publicar nada. No es que me faltase la inspiración, sencillamente es que no consideraba lo que escribía apropiado para este momento, y espero tenerlo listo pronto. Pero para aliviar la espera, aquí viene otro poema. Pasional, picante y continuo, como un baile. Espero que os guste.

Bailemos
Esta noche bailaremos tú y yo,
El mundo entero será nuestro salón.
Perderé el norte, mientras la pasión se desata
Con estos ojos al mirar tu escote escarlata.

Me pierdo en tu figura, unimos nuestros dedos.
Y sujetando tu cintura te besaré con deseo.
Y un nuevo giro, te alejas y regresas.
Me tanteas, con esa sonrisa que me altera.

Y mi cara es un poema, ante la imagen que me enseñas
Te burlas, me abrazas y te acercas
A mi oído con tus labios perfumados,
Rogándome que te posea

Y sonrío, pues me sé enteramente tuyo.
No importa lo que pidas, ni un dilema se plantea
Solo te pido, te imploro que bailemos,
Pues ahora el mundo entero nos contempla.

¿Qué es este sentimiento? Tus tacones riman al compás
Y mi corazón se acelera, te trata de alcanzar.
Y los pliegues de tu falda, girando y girando cada vez más.
Ocultando esa fruta prohibida, un placer al paladar.

Tus ojos, negras pinceladas de hermosura,
De pupilas punteadas, pasión sin medida
Me juzgan picaruelos, como niños con un sueño
¿No me crees dispuesto? Adelante, juguemos con fuego.

Enlacemos nuestros cuerpos, no hay prisa en este duelo.
Sencillamente bésame, y disfrutemos del momento.
Tan intenso, como el Sol llenando el cielo
Ahora solo somos uno, y tú eres mi sustento.

Y gemimos de pasión, enlazados en un baile
Lanzamos ascendentes resoplidos guturales.
Liberados, como un par de animales.
Jamás olvidaré esta noche, mi forma de quererte.

Y cada marca de mi espalda, cada grito que profieres
es la muestra más intensa de la pasión desatada,
el vestigio de una noche que vivirá por siempre
La muesca de una espada en el fondo de mi alma.

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