viernes, 25 de noviembre de 2011

V

Y hoy es el día mundial de la violencia de género. Solo es un día, y realmente no representa nada. No debe ser este el día en el que lloremos por la crueldad, y maldigamos a los infiernos. Ese día debe ser todos y cada uno de los que vivimos, hasta que no exista algo que denunciar. La lucha debe ser diaria, continua, y de ella depende mucho más que la mujer (o el hombre) que sufre directamente. De ella depende el triunfo del ser humano, el éxito ante uno de los grandes retos que nos plantea el futuro.

¿Conseguiremos dejar atrás nuestro pasado, nuestra concepción, que ya forma parte de las venas de tantos hombres?

¿Conseguiremos que solo haya que llorar a los que ya se han ido, y no por los que todavía están por venir?

Yo rezo por todo esto, y lo hago en forma de verso. Este poema va dedicado a todas aquellas mujeres que se han ido víctima de esta injusticia.

Mujer
Mujer, noble poder,
No hagas caso a sus palabras
Que no exista la manera.
En que te pueda someter

Mujer, maldito sea aquel
Que abusando de su fuerza
Causante de mil miserias
Destruye parte de tu ser.

Plántate de una vez
¡Grita, que te escuche
El mismo cielo cada pena!
Que sepa lo que no vas a ser.

Nunca más su marioneta,
Una hierba que arrancar.
Perdida entre los hilos
De su oscura voluntad.

No eres solo una rosa,
Espina capaz de pinchar.
Y eso solo es el comienzo
La justicia el final.

El mundo entero te apoya
Lo sabes, tienes mi amistad.
Pero esto es cosa tuya
Únicamente tú te podrás salvar.

Y no saltes al vacío,
Que la vida es mucho más.
Deja atrás esos recuerdos.
Lucha ante la adversidad.

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